Según Gustavo Ortolá, director comercial de Ingeconser – Argentina, las variables que influenciarán el Real Estate en el año entrante serán: una mayor actividad, inversiones inmobiliarias y el crecimiento vegetativo como demanda estructural del mercado.
“Si nos remontamos al cierre de la edición 2008, podemos identificar la crisis que se produjo el 15 de septiembre con la ruptura de Lehman Brothers como un punto de inflexión para la economía mundial. Esta crisis denominada por nuestra presidente como Efecto Jazz, fue originada en la industria del crédito inmobiliario. Sin embargo, la economía inmobiliaria argentina tiene una característica que la hace diferente a la americana o europea: su motor es el ahorro genuino y no el crédito. Sólo un 4% de las operaciones inmobiliarias locales están originadas en créditos inmobiliarios, lo cual redunda en una diferencia notable con los mercados más desarrollados en materia inmobiliaria. Fuera del mundo, la economía argentina sigue movilizando una industria inmobiliaria que, sin escapar al contexto internacional, continúa avanzando y generando buenas oportunidades de negocios para los desarrollistas experimentados. Finalizando este año, el mercado inmobiliario argentino parece salir de la parálisis del primer semestre del año para iniciar el nuevo camino sin perspectivas de grandes cambios en torno a los valores de los inmuebles”, opinó Ortolá.
Con respecto de la actividad durante el año que viene, Ortolá advirtió que “Las variables que inciden en la industria inmobiliaria hacen imaginar un 2010 con mayor actividad, aunque sin llegar a los ratios de hace unos años. Hoy en día se observan indicadores de crecimiento en la actividad económica que alimentarán un crecimiento en la demanda inmobiliaria. La construcción es el motor directo e indirecto de otras actividades, por lo tanto cuando se activa se produce un circulo virtuoso. Además, el tipo de cambio planchado descalifica al dólar como refugio de valor, resultando la inversión inmobiliaria una buena opción para el ahorro a largo plazo. Finalmente, el crecimiento vegetativo como demanda estructural del mercado completa un cóctel de variables que fundamentan un crecimiento moderado de la industria inmobiliaria para el próximo año. Estamos iniciando un nuevo año y, a diferencia de lo que vivimos hace doce meses, observamos las bases de un período de mayor actividad pudiendo decir en este caso que no todo lo pasado ha sido mejor”.
Fuente: Punto Biz