Este concepto constructivo permite el crecimiento de la propiedad sin entrar en obra o romper paredes, respetando cada etapa la vida y los ambientes necesarios para cada momento.
Actualmente, la mayoría de los pedidos del mercado dan cuenta de una demanda constante de casas pequeñas y medianas con posibilidad de crecimiento proyectado y planificado. Esta tendencia fue aumentando en los últimos tiempos en forma considerable y coincide con la aparición de barrios cerrados y clubes de campo que cubren todas las expectativas y posibilidades.
Según indicaron desde distintos Estudios de Arquitectura consultados, a la hora de proyectar la vivienda ésta debe ser flexible y contar con los espacios necesarios para esa etapa, y brindar alternativas para ordenar los pasos futuros adecuándose al crecimiento familiar o personal el cual se verá reflejado en futuras ampliaciones. “Flexibilidad implica que los espacios amplios, integrados con calidez y funcionalidad, se transformen y se vayan adecuando a las necesidades, principalmente para un público joven que, al principio y por costos y espacios, no precisa de una casa con varios ambientes, sino un lugar confortable y cómodo, pero que luego con los años y nuevas experiencias de vida (pareja o hijos, por ejemplo), le permitan ampliarse sin necesidad de entrar en obra, romper estructuras, sino simplemente incorporar un nuevo ambiente respetando el diseño exterior original o modificándolo”.
Las líneas arquitectónicas de estilo cúbico o moderno, casas de volúmenes simples, de techos planos, resultan sencillas a la hora de ser adaptadas. No obstante, una casa puede empezar teniendo un estilo en su primera etapa y transformarse al crecer. Puede tener techos planos en una sola planta en la primer etapa y pasar a tener techos inclinados en la segunda, o empezar con dos plantas y con techos inclinados. Lo importante del concepto es que el crecimiento está previsto con diferentes alternativas, según la necesidades que vayan surgiendo y los gustos de los dueños.
Este sistema constructivo no representa gastos extras y prevé un costo de edificación del m2 que ronda entre los 950 y 1200 dólares. “En el caso de las reformas las obras tienen un plazo de obra variable en relación con los sectores por modificar o ampliar. Si las áreas fuesen baños, cocina y lavadero, los plazos serán de unos 2 meses. Si las refacciones afectaran sólo ambientes principales, los tiempos podrían ser menores”, afirmaron.
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